Parroquia Santo Toribio de Mogrovejo
Las Condes - Santiago
Chile


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Parroquia Santo Toribio de Mogrovejo



Apoyo especial para tiempos difíciles - Coronavirus



“Dios omnipotente y misericordioso, mira nuestra dolorosa condición: conforta a tus hijos y abre nuestros corazones a la esperanza, para que sintamos en medio de nosotros tu presencia de Padre” Papa Francisco



Apoyo para las familias y los feligreses en tiempos de vivir la fe en el propio hogar.



“En medio del aislamiento donde estamos sufriendo la falta de los afectos y de los encuentros, experimentando la carencia de tantas cosas, escuchemos una vez más el anuncio que nos salva: ha resucitado y vive a nuestro lado” Papa Francisco



La Santa Misa Dominical y Semanal



Para seguir la Misa en diferentes medios:



Por Radio:

+ Radio María (89.3 FM) de lunes a viernes a las 08:00 y 20:00 hrs.


Por TV:

+ EWTN a las 18:00: Misa con el Papa Francisco (desde Santa Marta)


Por Internet:

+ Parroquia Santa Rosa de Lo Barnechea: lunes a domingo, 12:30 hrs.

https://www.facebook.com/Parroquia-Santa-Rosa-de-Lo-Barnechea- 153592991383926/

+ Parroquia Santa Teresa (La Dehesa): lunes a domingo, 13:00 hrs.

https://www.instagram.com/p.santateresadelosandes/?hl=es-la

+ Seminario Mayor de Santiago: lunes a viernes, 19:00 hrs.

https://www.facebook.com/spontificio

+ Arzobispado de Santiago (Arzobispo y Auxiliares): lunes a domingo, 19:00 hrs

https://www.facebook.com/iglesiadesantiago/

+ Parroquia Santa María de Las Condes: lunes a domingo, 20:30 hrs.

https://www.instagram.com/jovenesstm/?hl=es-la

+ EWTN: lunes a domingo, en cualquier horario.​

https://video.ewtn.com/daily-mass/



Los Sacramentos en Tiempo de restricción



Instrucciones y Dispensas



La Santa Misa


+ Todos los fieles de nuestra Arquidiócesis de Santiago están dispensados del precepto dominical mientras dure la actual situación.

​

+ Se sugiere seguir las misas por TV, Radio o Internet, como también utilizar en casa los subsidios que se están ofreciendo (ver iglesiadesantiago.cl)


La Penitencia (o Confesión)


+ Dice el Papa Francisco: "Si no encuentras un sacerdote para confesarte, habla con Dios, que es tu Padre, y dile la verdad: 'Señor, he hecho esto, esto, esto... Perdóname', y prométele: 'Me confesaré más tarde, pero perdóname ahora'. Y de inmediato, volverás a la gracia de Dios".


+ En la imposibilidad de acceder a la Confesión, se puede realizar un Acto de Contrición Perfecta, que es "el dolor del alma y la reprobación del pecado cometido, acompañado de la intención de no pecar más en el futuro". "Tal contrición perdona los pecados veniales; también obtiene el perdón de los pecados mortales, si implica el firme propósito de recurrir, lo antes posible, a la confesión sacramental". Por lo tanto, mientras se espera recibir la absolución de un sacerdote tan pronto como las circunstancias lo permitan, es posible con este acto ser perdonado inmediatamente.



La Semana Santa



Subsidios y Propuestas



Se recomienda utilizar los diferentes subsidios que para la celebración de Semana Santa en casa se están ofreciendo, especialmente a través de:

+ iglesiadesantiago.cl



PARA ACOMPAÑAR Y REZAR EN LA ENFERMEDAD



1.- Saludo



- El celebrante laico saluda e inicia el momento de oración:

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


- Celebrante: Jesús que pasó haciendo el bien y curando todas nuestras enfermedades, encomendó a sus discípulos que cuidaran de los enfermos y los bendijeran en su Nombre. Encomendemos a Dios a nuestra hermano(a) enfermo(a) (indicar el nombre de la persona) para que lo(a) conforte y le ayude a soportar con paciencia todos los sufrimientos, confiados en la misericordia de Dios.


2.- Liturgia de la Palabra:


- Se puede elegir alguna lectura bíblica apropiada.

Algunas sugerencias:


- De la 2ª carta del Apóstol san Pablo a los Corintios. 2 Cor. 1,3-7: "Bendito sea Dios, Padre de Nuestro Señor Jesucristo, Padre de la misericordia y Dios de todo consuelo, que nos reconforta en todas nuestras tribulaciones, para que nosotros podamos dar a los que sufren el mismo consuelo que recibimos de Dios. Porque así como participamos 4 abundantemente de los sufrimientos de Cristo, también por medio de Cristo abunda nuestro consuelo. Si sufrimos, es para consuelo y salvación de ustedes; si somos consolados, también es para consuelo de ustedes, y esto les permite soportar con constancia los mismos sufrimientos que nosotros padecemos. Por eso, tenemos una esperanza bien fundada con respecto a ustedes, sabiendo que si comparten nuestras tribulaciones, también compartirán nuestro consuelo". Palabra de Dios.



2.- Liturgia de la Palabra (continuación):



- Se puede elegir alguna lectura bíblica apropiada.


Algunas sugerencias:



- Del Evangelio según San Mateo 11:28-30:

“Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso. Carguen con mi yugo y aprendan de mí, pues yo soy apacible y humilde de corazón, y encontrarán descanso para su alma. Porque mi yugo es suave y mi carga es liviana.”

Palabra de Señor.


- Del Evangelio según San Lucas 4,38-40:

"Saliendo de la sinagoga entró en la casa de Simón. La suegra de Simón estaba con mucha fiebre, y le rogaron por ella. Inclinándose sobre ella conminó a la fiebre, y la fiebre la dejó; ella, levantándose al punto, se puso a servirles. A la puesta del sol, todos cuantos tenían enfermos de diversas dolencias se los llevaban; y, poniendo él las manos sobre cada uno de ellos, los curaba.

Palabra del Señor.


Luego de la lectura bíblica, se puede compartir alguna reflexión o eco del texto.



3.- Oración de los fieles



A cada intención respondemos: Escúchanos Señor, te rogamos


- Por nuestro hermano(a), que el Señor, en su infinita misericordia, lo acompañe, guíe e ilumine y la fuerza de su espíritu le fortalezca en su enfermedad, Oremos al Señor.


- Por su (nuestra) familia para que el misterio de la vida y la enfermedad los (nos) fortalezca, y le dé sentido cristiano a este padecimiento, Oremos al Señor.


- Por todos los enfermos que se encuentran hospitalizados o solos en sus hogares, que siempre el Señor les envíe alguien para que los conforte en sus dolores y sufrimientos, Oremos al Señor.


- Se pueden compartir otras oraciones espontáneamente.


Celebrante concluye: Padre de Bondad, en tus manos encomendamos a nuestros hermanos que sufren enfermedades, por Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina, por los siglos de los siglos. Amen


4.- Oración


- Confiados en nuestro Padre dirigimos nuestra oración diciendo: Padre nuestro que estas en el cielo...


- También invoquemos a nuestra Madre, la Santísima Virgen María, que es conocedora de lo que sufren sus hijos. Digámosle confiados: Dios te salve María...



5.- Oración Conclusiva



Se sugiere escoger la oración más adecuada para el momento y la persona según su enfermedad y estado de salud en ese momento. Se puede hacer una oración con libertad, o usar algunas de las siguientes sugerencias:


- Te amo, Señor. Eres mi fuerza, mi fortaleza, mi liberación. Eres, Dios, mi roca en la que encuentro mi refugio (Sal 18). Señor, te pido que no te alejes de mí. Acude en mi ayuda, que desaparezcan los malos pensamientos. Deseo refugiarme en Ti, cuando me abata la tristeza; invocarte a cada instante, desde lo más hondo de mi corazón, y esperar, con paciencia, ser reconfortado y consolado. Amén.


- Tú, Señor, que eres Salud de los Enfermos, vienes cuando te invoco. Eres el eterno presente, el hoy, ayer y siempre; y como me conoces, Señor, te pido tener piedad de mí; que se renueven mi fe y mi esperanza. Ten compasión de los sufrimientos de mi cuerpo y también de los de mi alma. Apiádate de mí. Señor, sáname el cuerpo, el corazón, el alma. Dame vida en abundancia. Te lo pido por la intercesión de María tu Madre, la Virgen de los dolores que estaba presente a los pies de la cruz.


- ¡Señor, escucha mi súplica! ¡Señor, ven en mi ayuda. Señor, date prisa en socorrerme! ¿Dónde iré si Tú me faltas? ¿Qué haré si Tú me abandonas? ¡Tú, que tienes mi vida entre tus manos, no permitas que este sufrimiento me destruya! ¡En medio de mis males, no permitas que mi espíritu desfallezca! ¡Calma mi angustia! ¡Más allá de la oscuridad de la prueba, hazme comprender que a mi llegada habrá luz y gran alegría! Señor, retira el velo que aún se interpone entre mí y tu dulce presencia. ¡Arranca la tela que me impide verte! Señor, no tardes; ven a librarme. Me siento pobre y desamparado. Pon fin a mi terrible prueba. ¡En tus manos confió mi corazón, mi espíritu y mi vida! Acógeme como un padre que acoge a su hijo.


Se concluye: "El Señor todopoderoso nos proteja, nos bendiga y nos lleve a la vida eterna" (haciendo la señal de la cruz)



Oración del enfermo (de San Juan Pablo II)



Señor, Tú conoces mi vida y sabes mi dolor,

has visto mis ojos llorar, mi rostro entristecerse,

mi cuerpo lleno de dolencias

y mi alma traspasada por la angustia.


Lo mismo que te pasó a ti cuando, camino de la cruz,

todos te abandonaron.

Hazme comprender tus sufrimientos y con ellos el Amor que Tú nos tienes.


Y que yo también aprenda que uniendo mis dolores a Tus dolores tienen un valor redentor por mis hermanos.


Ayúdame a sufrir con Amor, hasta con alegría.

Si no es ¨posible que pase de mí este cáliz¨.

Te pido por todos los que sufren: por los enfermos como yo,

por los pobres, los abandonados, los desvalidos, los que no tienen cariño ni comprensión y se sienten solos.


Señor: Sé que también el dolor lo permites Tú para mayor bien de los que te amamos.

Haz que estas dolencias que me aquejan, me purifiquen, me hagan más humano, me transformen y me acerque más a Ti.


Amén.



Oración a la Virgen María ante la epidemia del Coronavirus (del Papa Francisco)



Oh María, tu resplandeces siempre en nuestro camino como signo de salvación y de esperanza.


Confiamos en ti, Salud de los enfermos, que junto a la cruz te asociaste al dolor de Jesús, manteniendo firme tu fe.


Tú, salvación del pueblo romano (chileno, cristiano...) sabes de qué tenemos necesidad y estamos seguros de que proveerás para que, como en Caná de Galilea, pueda volver la alegría y la fiesta después de este momento de prueba.


Ayúdanos, Madre del Divino Amor, a conformarnos a la voluntad del Padre y hacer lo que nos diga Jesús, que ha tomado sobre sí nuestros sufrimientos y ha cargado con nuestros dolores para llevarnos, a través de la cruz, a la alegría de la resurrección.


Amén.


Bajo tu amparo nos acogemos, santa Madre de Dios; no deseches las oraciones que te dirigimos en nuestras necesidades, antes bien líbranos de todo peligro, ¡oh Virgen gloriosa y bendita! ¡Amén!



El Arzobispado de Santiago
y la delegación para la familia
han dispuesto dos nuevos medios
para acoger a quienes necesitan ser escuchados o buscan apoyo espiritual



Llama al teléfono: +56 9 2071 4878


Escribe al mail: caf@iglesiadesantiago.cl



Parroquia Santo Toribio de Mogrovejo



La Capitanía 473, Las Condes - Santiago



Fono: +56 2 2220 3044


psanto.toribio@iglesia.cl